es necesario cepillar mi lengua?
Si, La lengua es el único conjunto de músculos voluntarios que no se fatiga y, es diferente en cada persona. Siendo tan única, deberíamos tenerla como un órgano súper importante, sin embargo, muchas personas la excluyen de su higiene bucodental. La lengua, por su anatomía, es la parte de la boca donde se acumulan más bacterias, y si no la limpiamos correctamente nuestro cepillado no habrá servido de nada.
¿Por qué cepillarse la lengua?
· Elimina el mal aliento (halitosis). En la mayoría de los casos el origen del mal aliento está en la boca y está asociado al denominado cubrimiento lingual de placa dental (bacterias). · Previene la caries, gingivitis y periodontitis. Las bacterias se alojan especialmente en las papilas de la lengua y, desde ahí, logran colocarse sobre la superficie de los dientes, provocando la formación de placa dental, causante de estas tres enfermedades.
· Mejora el sentido del gusto
¿Qué cepillo de dientes y pasta se deben usar?
En cuanto a cepillo dental es recomendable que la cabeza del cepillo de dientes debe ser aproximadamente 2,5 cm por 1,25 cm (1 pulgada por 1/2 pulgada) 3 cm de largo por 1 cm de ancho y tener un mango que permita sujetarlo con firmeza. Las cerdas del cepillo deben ser de nylon, suaves y redondeadas en los extremos. Esto asegura que las cerdas del cepillo alcancen la superficie de los dientes y los espacios intermedios. En cuanto a la consistencia de las cerdas, algunos cepillos son demasiado abrasivos y pueden desgastar el esmalte de los dientes.
· Las cerdas suaves, se recomiendan en casos de encías sensibles ó delicadas.
· Las medianas en el promedio de los pacientes sin problemas dentales ó de encías.
· las cerdas duras solamente en determinados casos en que existe una marcada tendencia a que el sarro tienda a acumularse.
En cuanto a las pastas dentales o dentífricos, el flúor es el ingrediente más importante de la pasta de dientes.
Visita a tu dentista para que te aconseje que tipo de crema debes usar.
¿Qué hacer contra el mal aliento?
La primer causa tiene su origen en la cavidad bucal; Lo primero que se debe hacer es visitar al dentista para ver el origen del mal aliento; un alto porcentaje del mal aliento se debe a la acumulación de sarro o calculo dental, el cual será eliminado con una limpieza profesional de su dentista; él le dará las técnicas correctas para evitarlo; de no ser de origen dental, lo remitirá con el especialista adecuado.
¿Cada cuando debo ir al dentista?
· Madres gestantes, adultos mayores y niños (menores de doce años) cada cuatros meses.
· Adultos jóvenes, jóvenes y adolescentes (mayores de doce años cada seis meses.
· Pacientes con cualquiera de las siguientes características: síndrome de down, diabetes no controlada, parkinson, demencia senil y cualquier otra enfermedad que comprometa una buena higiene: cada tres meses dependiendo del caso.
· Adultos jóvenes, jóvenes y adolescentes (mayores de doce años cada seis meses.
· Pacientes con cualquiera de las siguientes características: síndrome de down, diabetes no controlada, parkinson, demencia senil y cualquier otra enfermedad que comprometa una buena higiene: cada tres meses dependiendo del caso.
Consejos para tu higiene bucal
A veces el cuidado de nuestra salud bucal se vuelve algo tan rutinario que no se realiza de la mejor forma. Para evitar tener caries u otras enfermedades de la boca, presta atención a estos simples consejos:
Visita regular al odontólogo. Acude al dentista, al menos, una vez al año, al menos, y desde edades muy tempranas, ya que la caries puede manifestarse a partir de que salga los primeros dientes.
Cepillarse tres veces al día. Cepíllate los dientes tres veces al día, después de cada comida. Primordialmente: antes de acostarte y tras levantarte por la mañana.
Usar crema con flúor. Es recomendable utilizar una pasta dentífrica con flúor para prevenir la aparición de caries.
Cepíllate con conciencia. El cepillado correcto consiste en realizar movimientos cortos, suaves y elípticos, sin olvidar la línea de las encías, los dientes de atrás (de difícil acceso) y las zonas que rodean las coronas de los dientes. No compartas tu cepillo dental. El intercambio de fluidos corporales que esto promovería, aumenta el riesgo de contraer infecciones para quienes los compartan. Esta es una consideración particularmente importante para las personas con sistemas inmunes comprometidos o con enfermedades infecciosas.
Reemplaza tu cepillo a menudo. Los expertos recomiendan renovar el cepillo dental cada tres meses para evitar las enfermedades periodontales.
No olvides el hilo dental. Utiliza a diario hilo dental; el mejor momento para usarlo es por la noche, ya que la ausencia de salivación mientras se duerme favorece la acción de la placa bacteriana.
Enjuágate. Los enjuagues bucales constituyen una ayuda importante a la hora de mantener sana tu boca y evitar patologías e infecciones. Recuerda que estos no sustituyen al cepillado adecuado de tus dientes.
Haz una dieta sana. Una alimentación variada y equilibrada también contribuye a reforzar el sistema inmune para que pueda defenderse ante cualquier infección en la cavidad bucal.
Los chicles te ayudan. Si comes fuera de casa y no puedes lavar tus dientes, recurre a los chicles sin azúcar, pero recuerda solo masticarlos por 10 min , esto estimula la secreción salival, ayudando a que tu propia saliva no permita la adhesión de placa bacteriana, a la superficie de tus dientes. Recuerda que estos no sustituyen al cepillado adecuado de tus dientes
No abuses de los blanqueadores. Aunque resultan eficaces para dar luminosidad a las piezas dentales, cuando se utilizan de forma excesiva y continuada pueden llegar a dañar el esmalte.
Visita regular al odontólogo. Acude al dentista, al menos, una vez al año, al menos, y desde edades muy tempranas, ya que la caries puede manifestarse a partir de que salga los primeros dientes.
Cepillarse tres veces al día. Cepíllate los dientes tres veces al día, después de cada comida. Primordialmente: antes de acostarte y tras levantarte por la mañana.
Usar crema con flúor. Es recomendable utilizar una pasta dentífrica con flúor para prevenir la aparición de caries.
Cepíllate con conciencia. El cepillado correcto consiste en realizar movimientos cortos, suaves y elípticos, sin olvidar la línea de las encías, los dientes de atrás (de difícil acceso) y las zonas que rodean las coronas de los dientes. No compartas tu cepillo dental. El intercambio de fluidos corporales que esto promovería, aumenta el riesgo de contraer infecciones para quienes los compartan. Esta es una consideración particularmente importante para las personas con sistemas inmunes comprometidos o con enfermedades infecciosas.
Reemplaza tu cepillo a menudo. Los expertos recomiendan renovar el cepillo dental cada tres meses para evitar las enfermedades periodontales.
No olvides el hilo dental. Utiliza a diario hilo dental; el mejor momento para usarlo es por la noche, ya que la ausencia de salivación mientras se duerme favorece la acción de la placa bacteriana.
Enjuágate. Los enjuagues bucales constituyen una ayuda importante a la hora de mantener sana tu boca y evitar patologías e infecciones. Recuerda que estos no sustituyen al cepillado adecuado de tus dientes.
Haz una dieta sana. Una alimentación variada y equilibrada también contribuye a reforzar el sistema inmune para que pueda defenderse ante cualquier infección en la cavidad bucal.
Los chicles te ayudan. Si comes fuera de casa y no puedes lavar tus dientes, recurre a los chicles sin azúcar, pero recuerda solo masticarlos por 10 min , esto estimula la secreción salival, ayudando a que tu propia saliva no permita la adhesión de placa bacteriana, a la superficie de tus dientes. Recuerda que estos no sustituyen al cepillado adecuado de tus dientes
No abuses de los blanqueadores. Aunque resultan eficaces para dar luminosidad a las piezas dentales, cuando se utilizan de forma excesiva y continuada pueden llegar a dañar el esmalte.